Procesos Cognitivos en la Niñez Media

Erika Ortiz - Mg. en Educación

Para el Ministerio de Educación Nacional (2021), el período de la niñez media escolar va de los 6 a los 11 años y se caracteriza por los avances frente al manejo de su cuerpo, la habilidad para la lectura, la escritura, la aritmética y para comprender su mundo desde la lógica.

Desde lo cognitivo se amplía el vocabulario para atender y entender con una mayor capacidad de atención y concentración; en esta etapa los infantes tienen las herramientas cognitivas para reconocer símbolos, resolver problemas, tomar decisiones, anticiparse a sucesos diarios y establecer y alcanzar metas.

Comprender la mente humana has sido uno de los grandes desafíos de la psicología y la pedagogía, así como descubrir cómo se aprende, cómo se piensa y cómo se acerca al conocimiento, es por esto que para hablar de procesos cognitivos en la niñez media, es necesario abordar las diferentes teorías y posturas que se han desarrollado desde estas disciplinas, para lo cual, se revisan los enfoques piagetianos desde las operaciones concretas, el enfoque de procesamiento de la información relacionado con la atención, la planificación y la memoria y el enfoque psicométrico para abordar el tema de inteligencia que está directamente relacionado con el aprendizaje.

De acuerdo con Piaget hacia los siete años se inicia el periodo de operaciones concretas y continúa hasta los doce años aproximadamente. Según Papalia y Matorrel (2017), el pensamiento en esta edad se caracteriza por razonamientos lógicos en una situación concreta y real y pueden tener en cuenta diferentes aspectos en una situación. En esta edad las relaciones espaciales y de causalidad toman gran relevancia desde la experiencia, así como las habilidades de categorización, seriación, interferencia transitiva, la inclusión de clase, el razonamiento deductivo e inductivo y el pensamiento espacial.

El proceso de crecimiento evidencia avances en los procesos escolares y así también avanza su habilidad para regularse, desde el procesamiento de la información y la capacidad de concentrarse, planificar y autoevaluar su conducta, a esto es lo que Papalia y Matorrel (2017) llaman funciones ejecutivas, es decir la conciencia y auto control de lo que sienten, piensan y cómo actúan frente a estos para resolver problemas y alcanzar lo que se proponen.

Para Martínez – Freire (2014), la cognición hace referencia a los procesos mediante los cuales la información que entra al cerebro a través de los sentidos, se transforma, se almacena y se reutiliza en nuevas experiencias sensoriales, es decir, son los procesos mentales que tienen lugar en la entrada de estímulos al sistema nervioso, para lo cual plantea unas etapas que pueden agruparse en procesos cognitivos simples y procesos cognitivos superiores. Los primeros relacionados con el sentir, percibir, atender, concentrase y recordar; y los procesos cognitivos superiores relacionados con lenguaje y pensamiento, son fundamentales en todas las etapas escolares, especialmente en la niñez (Escobar-Gutiérrez, et. al, 2022).

Enfoque de procesamiento de la información

Plantea que las funciones ejecutivas promueven la conciencia en pensamiento y comportamiento, las cuales son fundamentales para su desarrollo integral y están directamente relacionadas con el desarrollo físico y los factores ambientales. En este enfoque se plantea la atención selectiva como la capacidad del estudiante de concentrarse por más tiempo en la información que necesita, es decir la capacidad para elegir de manera autónoma la atención sin distraerse, este aumento de atención selectiva se relaciona directamente con el control inhibitorio, es la habilidad de voluntariamente detener las respuestas que no se esperan.

Papalia y Matreel (2017) también citan que en este enfoque la memoria como elemento importantes en la niñez media, definiendo la memoria de trabajo como el almacenaje corto de los estímulos sensoriales, aspecto que tiene una gran importancia en el rendimiento académico pues es la base para la estructura de aprendizajes nuevos; la metamemoria es la conciencia de practicar y aplicar estrategias para recordar; y la mnemotecnia se refiere a estrategias para recordar, aprender por asociación y establecer claves para lograrlo.

El enfoque psicométrico

Está directamente relacionado con la evaluación de la inteligencia, concepto que actualmente ha sido replanteado desde diferentes que buscan definir qué es ser inteligente, más allá de la memorización de la información, de saber matemáticas o tener una habilidad especial por las ciencias. Una crítica reconocida e importante frente a este concepto y a las tradicionales pruebas de coeficiente intelectual es la teoría de las inteligencias múltiples que se orienta al éxito para la vida y no en el éxito en la escuela, lleva el concepto de inteligencia más allá de lo académico o del cumplimiento de estándares.

Para Gardner (1995), las tradicionales pruebas de inteligencia solo contemplan lo lingüístico y la lógica matemática, mientras que el plantea una serie de inteligencias más, que se pueden complementar entre sí, citando la musical, la corporal kinestésica, la interpersonal, la intrapersonal, la naturalista y la espacial. Los procesos cognitivos básicos también son conocidos como los dispositivos básicos de aprendizaje (DBA), según Azcoaga (2008), son los procesos que se requieren como determinantes para alcanzar el aprendizaje, se desarrollan de forma individual y pueden fortalecerse a través de adaptaciones del entorno afectando de forma positiva los resultados académicos.

Son comúnmente conocidos la atención, memoria, concentración y sensopercepción. Para Martínez – Suárez, los procesos cognitivos básicos o dispositivos básicos de aprendizaje han sido clasificados en seis grupos: motivación, relacionada con el estado óptimo para aprender a través de estímulos que sean llamativos; la atención fásica y tónica, como un fenómeno que se relaciona con la orientación, la estimulación sensorial y el mantenimiento de receptividad a través de los canales sensoriales; la habituación que se relaciona con la atenuación de respuestas frente a estímulos repetitivos, la memoria frente a la capacidad de recordar a largo y mediano plazo y la sensopercepción como un proceso integral que se da desde el sistema nervioso y que genera respuestas de forma integral.

Según Gallardo (2009), los procesos cognitivos básicos comprenden tres fases, la primera donde el estudiante se acerca al proceso y reconoce los pasos a seguir, la segunda donde establece asociaciones y la tercera donde el proceso se perfecciona y automatiza. Para Klimenko (2009), la educación primaria es el periodo de la educación de mayor influencia alrededor de la formación en la vida, de manera que es el momento en que se pone a prueba el bagaje evolutivo que cada niño que trae del preescolar, hay una mayor exigencia frente a las habilidades cognitivas y metacognitivas, por lo cual es necesario incluirlas en el proceso formativo de forma intencional y programada para alcanzar el aprendizaje autónomo y autodirigido.

La metacognición se relaciona en esta edad al conocimiento que el estudiante tiene de su propia actividad cognitiva y el conocimiento de las estrategias que puede utilizar para ciertas tareas, pero también en el control de esta actividad, es decir como planifica, supervisa y evalúa de forma autónoma los resultados de la tarea, aspectos muy necesarios para aprender teniendo en cuenta que el estudiante emplea la metacognición para autorregular su aprendizaje y a la vez este proceso de autorregulación le permite acceder y procesar nuevos conocimientos